Centro Democrático, oposición ¿a qué? ©
Ben
Bustillo – Prohibited its reproduction
Para comenzar, solo
cuentan con 20 senadores de los 102
establecidos por el Título VI de la Constitución de Colombia de 1991 y
en la Ley 5ª de 1992. Segundo, una alianza con otro partido político, algo más
o menos que imposible. La única posibilidad que tenían con el partido
conservador, prácticamente feneció al no ser elegido Zuluaga. La mayoría de la
elegida bancada conservadora, está aliada al partido gobiernista. Y solo
cuentan con 19 representantes a la cámara. Muy pocos para poder sacar cualquier
iniciativa.
Por el otro lado,
el partido de la U cuenta con 21 senadores y 31 representantes, más los 15
senadores conservadores y 15 representares que apoyaron a Santos en la
reelección, 17 senadores liberales y 34 representantes del mismo partido, 9
senadores y 15 representantes de cambio radical. Esta es la alianza política
con el poder de sacar y aprobar leyes en el próximo gobierno que comienza a
regir agosto 7 del 2014.
No menciono al
Polo, ni a Opción Ciudadana, Alianza Verde, o Mira, porque así se unieran al
Centro Democrático, no les alcanzan los votos. Además, de estos partidos el
único que se les podría unir, sería el Mira.
Perro que ladra, no
muerde. Un dicho tan, pero tan repetido y tan viejo, que a los observadores se
les ha pasado por alto mencionarlo a las muchas inquisiciones del Senador
Uribe. Me imagino que ese será su título de ahora en adelante, si es que se
posesiona. Y quizás el posesionarse le sirva para refrendar su lengua a sus
tantas arbitrariedades y necedades para evitar una lluvia de tutelas.
No puedo de parar
de compararlo a Chávez o a Maduro. Dejemos quieto al muerto; y como dicen
algunos, esté donde esté. Las acusaciones sin fundamento y el refugiarse donde
se siente protegido, lo identifican
exactamente con el otro dicho trillado, “tira la piedra y esconde la
mano.” Ambos utilizan el mismo método de apasionar a las masas, con la
diferencia de que Maduro es dizque de izquierda y el Senador Uribe de derecha.
Yo le daría un título diferente al partido de Maduro: “Nuevos ricos”. Como
sucedió en la Cuba de los Castro, a los mafiosos y a las guerrillas. Todos
quieren dinero, hasta el nuevo Senador que trilla porque no le dan pan con
mermelada. La rabia es porque la quiere toda, o decir a quien darle. Para mí,
Maduro y Uribe son igualitos, ladran y ladran y ladran...
El partido de
gobierno tiene los votos suficientes para sacar cualquier plan de gobierno que
se proponga; y lo único que puede hacer la bancada uribista es bulla. No más.
Pensar en ofrecer un proyecto de ley sin el apoyo de la bancada de gobierno es
una pérdida de tiempo porque no tendrá viabilidad de avance en el Senado ni en
el Congreso. Así que, ¿qué tipo de oposición pueden hacer?
Y si nos referimos
a su ideología, esperen, ¿tienen alguna? ¡Por supuesto que no! Es una
mescolanza de liberalismo con conservatismo dividido en la mitad del centro del
medio. En otras palabras, nada. Les gusta ser guerreros, que en cierto sentido,
no está mal. Pero la quieren agarrar con todos y a muerte. El costo es lo de
menos, tiran sin apuntar, y no les importa si cae uno de su mismo bando.
Unidad, no la
tienen. Dirección, depende del día, mes o si tienen el período menstrual. Pacho
Santos está con un pie adentro y el otro afuera; el Senador es aveces el
presidente del partido dirigiéndolo, y otras veces es el candidato presidencial
que perdió. Las acusaciones sobre los hackers - que a propósito, ¿en qué rumbo
van esas investigaciones? - los dimes y diretes y amenazas de demandas - que
nunca avanzan – parece ser una de las tácticas que seguirá empleando a pesar
que las elecciones ya terminaron.
Colombia carece de
una dimensión ideológica política. El permitir la creación de un partido
político nacida de la nada o de un inconformismo personal, debe desaparecer de
la constitución. Solo 3 partidos políticos debieran existir: el conservador y
liberal por su trayectoria y uno de oposición. Simple y sencillo.
Cada político se
organiza con el número de seguidores que tiene, conforma alianzas con la
ideología con que se pueda identificar más y se puede dejar su militancia para conformar uniones con cualquiera de los
otros dos partidos conformando un próximo gobierno. ¿Cuál es el problema? Si lo
que quieren es mermelada, y créanme que eso es lo que quieren, así pueden
tenerla siempre, en todos los gobiernos sin importar quien haya ganado las
elecciones, porque dependiendo de los votos que obtengan a favor del nuevo
presidente, así se deberían repartirse los ministerios.
Esto sería una
forma de gobernar a la altura de una civilización avanzada. Eso es lo que nos
creemos que somos. Tres partidos políticos, ministerios y puestos repartidos de
acuerdo al número de votos obtenidos, contemplado por la constitución y con los
ajustes necesarios que eviten los abusos de poder.
Y que eliminen la
procuraduría. Hay tanta gente con el poder de vigilancia, que hasta los jueces,
que teóricamente deben ser neutrales, tiene ese poder. Un ente vigilante con el
poder de obtener y reunir pruebas, presentarlas ante un juez para levantar
cargos, y si hay suficientes evidencias y defensas, se adelanta un juicio. Al
acusado deben darle copia de tales evidencias y tener el derecho de sentirse
inocente hasta que se compruebe su culpabilidad.
Soñar no cuesta
nada. La realidad es que los enredos politiqueros continuarán, Uribe no podrá
sacar ninguna ley, y continuará su rol de sentirse su santidad, el redentor de
Colombia.
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